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En un tiempo donde muchos adultos dudaban del potencial juvenil, Elena G. de White creyó con todo su corazón que los jóvenes eran llamados por Dios a hacer grandes cosas. Ella no los veía como el futuro de la iglesia, sino como su fuerza presente. Su mensaje sigue siendo un llamado urgente hoy: los jóvenes no son espectadores en la obra de Dios, ¡son protagonistas!
1. 🕊️ Dios llama a los jóvenes desde temprano
Elena escribió:
“Con cuánta ansiedad deben los jóvenes buscar al Señor…”
(Mensajes para los Jóvenes, p. 369)
Ella sabía que el momento de decidir por Cristo es ahora, no después. Creía que la juventud es el mejor momento para formar un carácter para la eternidad, y que Satanás lo sabe—por eso ataca con fuerza. Pero con Jesús, ningún joven está solo en esta lucha.
2. 💪 Dios usa a los jóvenes para reformar el mundo
Para Elena, los jóvenes eran agentes de cambio.
“El Señor ha elegido a los jóvenes para que ayuden en el adelanto de su causa.”
(El Colportor Evangelista, p. 30)
Muchos de los primeros adventistas eran jóvenes: obreros bíblicos, misioneros, editores, predicadores. Ella desafió a los jóvenes a tener valentía, visión y disciplina espiritual. ¡Los llamaba a no conformarse con lo mínimo!
3. 🧭 Una vida con propósito eterno
Elena veía la vida juvenil como una oportunidad divina.
“Los que consagran su vida a Cristo son útiles aquí, y en el mundo venidero.”
(La Educación, p. 262)
No era solo “portarse bien”; era vivir con una misión clara. Cuando un joven entendía que era un embajador del cielo, todo en su vida cobraba sentido: los estudios, las decisiones, el tiempo libre, las amistades.
4. 🔥 Reavivamiento, no rutina
Elena no quería jóvenes aburridos, religiosos por costumbre. Ella quería jóvenes encendidos por el Espíritu, llenos de pasión y propósito.
“El mundo necesita ver en los jóvenes un ejemplo de lo que la gracia de Dios puede hacer.”
(Mensajes para los Jóvenes, p. 38)
Conclusión
El mensaje de Elena G. de White no es anticuado. Es más actual que nunca. En un mundo confundido, ella levanta una voz clara: “Joven, tú eres llamado. Tú puedes hacer la diferencia. Tú eres parte del plan de Dios.”
¿Te atreves a creerlo?
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